Miles de familias que devengan su sustento de un empleo en la mina, decenas de trabajadores con afecciones a su salud por cuenta del trabajo extractivo del carbón y una región que transformó buena parte de su vocación agrícola para depender de las multinacionales mineras son algunos de los impactos que deja atrás Prodeco. Las condiciones de su salida de Colombia deben ser negociadas para proteger los derechos de trabajadores y comunidades y garantizar una transición social justa.
Un gran revuelo en Colombia generó la sorpresiva noticia del Grupo Prodeco de devolver a las autoridades colombianas (Agencia Nacional Minera- ANM) todos los títulos mineros que tiene en Colombia. El Grupo Prodeco comprende las operaciones de Glencore en Colombia para la exportación de carbón térmico, constituyéndose en una de las compañías más importantes del caribe colombiano en donde explota las minas de Calenturitas y La Jagua. Según el periódico económico más importante de Colombia, la multinacional “reportó una producción de 15.5 millones de toneladas que le generaron ingresos por $2,7 billones en 2019.” A pesar de que, desde hace ya un tiempo, en la región del César se venía hablando de un inevitable cierre de las minas a cielo abierto de carbón y que, desde inicios de la pandemia, la empresa suspendió actividades extractivas, esta drástica e intempestiva decisión de la multinacional, sorprendió a trabajadores y comunidades y encendió todas las alarmas.
“La empresa en los diferentes escenarios y ante el Ministerio de Minas y Energía, siempre mostró una postura de buscar alternativas para reiniciar las actividades, pero nunca evidenció que quería entregar el título minero.” Así habla Luis Fernando Ramírez,presidente de Sintramienergetica seccional la Jagua de Ibirico, quien dice, “esta decisiónde la noche a la mañana de devolver el título minero nos toma por sorpresa y nos deja la reflexión de que no podemos confiar en la empresa porque siempre está buscando mecanismos o caminos para incumplir con lo que los trabajadores han logrado convencionalmente.”
En un comunicado, Prodeco sustenta la decisión de devolver sus títulos mineros y cerrar sus actividades en Colombia por, entre otros, el mal comportamiento de los precios internacionales del carbón y asegura: “el reinicio de las operaciones mineras no resulta económicamente viable.” El cierre de empresas en el contexto de la pandemia, es algo cada vez mas frecuente. Esta vez toca un sector que se pensaba era inmune a la crisis. Lo que llama la atención es la estrategia que habría elegido el grupo Prodeco para cerrar sus operaciones. No han llevado a cabo previamente ninguna reunión informativa con sus trabajadores y sus organizaciones, así como con las comunidades en su zona de influencia. Prodeco ha preferido la sorpresa antes que la transparencia frente a sus grupos de interés. Esta actitud trasgrede sus responsabilidades sobre Debida Diligencia y transparencia en la información enmarcadas en Las Directrices para Empresas Multinacionales de la OCDE.
Derechos laborales irrenunciables
CNV Internationaal expresa su profunda preocupación por el impacto que va a tener en la economía regional y la empleabilidad el cierre de las actividades mineras de Prodeco en el Cesar, norte de Colombia, sumiendo a miles de trabajadores en una incertidumbre frente a lo que será su futuro laboral. Esta salida de la multinacional no solo significa un enorme impacto económico para sus trabajadores, sino que afecta profundamente su proyecto de vida y el de sus familias a mediano y largo plazo.
En un comunicado, la multinacional puntualiza que “el Grupo Prodeco ofrecerá nuevamente un programa de retiro voluntario a sus empleados el cual será significativamente superior a lo requerido bajo la legislación colombiana.” Este pronunciamiento, lejos de tranquilizar a los trabajadores los llena de incertidumbre. Desde las organizaciones sindicales denuncian que una empresa externa está presionando a los y las trabajadoras para que se acojan a este plan. Según palabras de Luis Fernando Ramírez,presidente de Sintramienergetica seccional laJagua de Ibirico, el grupo Prodeco contrató a una firma externa de Abogados para contactar a cada trabajador y explicarles el retiro voluntario. Plan, que advierte Ramírez, “significa una renuncia a sus derechos laborales, a sus beneficios colectivos e incluso a procesos que tienen contra la empresa a cambio de unas cantidades irrisorias de acuerdo con lo que merecen.” El líder sindical denuncia la enorme presión a la que están sometiendo a los trabajadores con 3 o 4 llamadas por parte de esta consultora externa para “persuadirlos a que tomen una determinación que nada tiene que ver con lo que los trabajadores han conseguido por años a través de sus luchas y negociaciones colectivas.” La organización sindical rechaza la manera como se está presionando a los trabajadores y demanda que sus organizaciones sean llamadas a negociar los planes de retiro mencionados, de manera que se protejan los derechos adquiridos.
La solicitud radicada por Prodeco ante el Ministerio del Trabajo de Colombia para que se le autorice el despido colectivo de trabajadores como consecuencia de la terminación total de las actividades mineras, muestra las verdaderas intenciones de la empresa. El sindicato espera que el Ministerio de Trabajo rechace esta solicitud y se establezca una mesa de negociación con todas las partes.
¿Quién responde por los Trabajadores enfermos?
Entre los pasivos laborales y sociales que deja Prodeco tras su salida, está el de los trabajadores con patologías que podrían estar derivadas del trabajo minero. Según el sindicato Nacional de Trabajadores Enfermos y Discapacitados del Sector Minero – Sintradem, Prodeco se va, dejando atrás a muchos trabajadores enfermos. “Tenemos una gran cantidad de compañeros en Prodeco que padecen enfermedades osteomusculares, psiquiátricas y también enfermedades respiratorias o de riesgo pulmonar como algunos casos que ya tenemos de posibles enfermedades de neumoconiosis de los mineros del carbón. La neumoconiosis no se adquiere en un lugar distinto a una mina de carbón y también la silicosis que son enfermedades que se dan y se desarrollan en torno a la actividad minera; la sílice cristalina se da por todo el material estéril que hay que sacar para poder llegar a extraer el carbón que es el producto que las empresas exportan”, advierte con preocupación, Jairo Córdoba, Secretario General de Sintradem.
La salida de la empresa de la región y del país, deja sin resolver, el largo conflicto sobre la calificación de ciertas patologías como enfermedades de tipo laboral o asociadas al trabajo en la mina de carbón. Carlos Ochoa, miembro también de Sintradem denuncia que muchos de los trabajadores que presentan esas patologías están siendo calificadas por las administradoras de riesgos laborales como enfermedades comunes: “entonces la pregunta es: ¿cómo va a intervenir el gobierno Nacional a través del Ministerio de Trabajo para garantizar la protección de estos derechos que tienen los trabajadores que hoy por hoy presentan unas enfermedades y que las han reportado ante la empresa, pero que aún no ha terminado el proceso de calificación para establecer el origen de esa enfermedad?”
Urge Diálogo social por una transición justa
Bajo la bandera de la prosperidad, riqueza y bienestar, la extracción de carbón a cielo abierto llegó a Colombia hace ya varias décadas. El impacto regional de las actividades extractivas es innegable, transformando toda una región. La salida definitiva de Glencore, dueña de Prodeco es la punta del Iceberg de los posibles impactos de campañas contra el cambio climatico que plantean con urgencia la reducción del consumo mundial del carbón para generar energia. Este es un asunto que debe ser discutido ampliamente en mesas de negociación que involucren, además, a trabajadores y comunidades, una negociación que debe ser liderada por el propio Gobierno de Colombia. En palabras de Luis Fernando Ramírez de Sintramienergetica, “La mina se va y deja un pueblo casi fantasma, un comercio preocupado, unos trabajadores a la deriva porque lógicamente la minería hacía un aporte importante en la región. Consideramos que el Estado debe mediar en todo este proceso, no solo en favor de los trabajadores sino también en favor de una región y de una economía que lo necesita”.
Lo que se espera de Prodeco y por ende del grupo internacional Glencore es que sea tranparente con la informacion, convoque a todas las partes interesadas y las organizaciones que los representan, respete sus compromisos previos y minimice el impacto negativo que tendra este cierre abrupto de sus operaciones.
Desde CNV Internationaal propugnamos por un dialogo social para lograr una transicion justa para todos los afectados. En este punto se requiere, tanto del grupo Glencore, como de los compradores de carbón, que asuman responsabilidades frente a los cambios dramáticos que el cierre de operaciones, de una empresa de tanta envergadura como Prodeco, traerá a las comunidades en Colombia.
Fecha de publicación 12 02 2021