Humberto Correa alcanzó apenas a meter unas cuantas cosas en su maleta antes de salir apresuradamente de Colombia. A comienzos del 2020 y de un momento a otro, este líder sindical de la Confederación General del Trabajo de Colombia - CGT tuvo que tomar un avión junto con su familia debido a las constantes amenazas y por el alto riesgo que corría su vida.
Correa, responsable de derechos humanos de la Confederación General del trabajo, CGT y promotor de la reparación colectiva al movimiento sindical por la enorme violación ejercida contra este sector, vive actualmente en el exilio. Esta situación no le impidió terminar y entregar a la Comisión de la Verdad, el informe Impactos y afectaciones del conflicto armado interno al Sindicalismo en Colombia.
A esta labor y al hecho de que lleva años documentando las agresiones a sindicalistas y a la libertad sindical, achaca Correa las amenazas recibidas y su apresurada salida de Colombia: “Nosotros tuvimos que salir de Colombia fundamentalmente por el informe a la Comisión de la Verdad donde está la historia de cada una de las organizaciones, de las víctimas, de los muertos, de los desaparecidos, de los nombres de los victimarios etc. Nosotros los investigamos con un equipo que teníamos, y a eso me dediqué los dos últimos años, a ir a las regiones a hablar con las víctimas. Yo estaba chuzado, mis redes sociales también lo estaban y sabían absolutamente todo”.
El líder sindical se refiere a la aparición de su nombre, a comienzos del 2020, en un listado de más de 130 personas entre los que estaban líderes sociales, miembros de oenegés, políticos de oposición y periodistas nacionales y extranjeros que venían siendo víctimas de un espionaje sistemático a ellos y a sus entornos por parte de unidades de la inteligencia militar de Colombia.
Lamentablemente, la persecución contra los dirigentes sindicales no cesa en este país como lo demuestra el obligado exilio de Humberto Correa y el más reciente asesinato de un líder sindical ocurrido hace apenas unos días en Colombia. Carlos Alberto Vidal, presidente del sindicato azucarero SINTRACCOS afiliado a la Confederación de Trabajadores de Colombia - CTC quien fue asesinado en medio de un tiroteo en la región del Valle del Cauca, crimen que está en investigación.
“La violencia quiso borrar al movimiento sindical”
En los últimos dos años, Humberto se dedicó a recopilar pruebas, testimonios y comparar información sobre todas las violaciones a los derechos humanos contra miembros de la Confederación General del Trabajo - CGT, una de las centrales sindicales colombianas que sufrió con mayor rigor la violencia. En el informe se da cuenta de 492 hechos de violencia entre, asesinatos, desplazamientos, amenazas e intimidación entre 1971 y 2019. Según lo documentado por Correa y su grupo de trabajo, las regiones con mayor número de casos de violaciones a los derechos humanos a sindicalistas fueron Cesar, Sucre, Magdalena, Antioquia, Valle del Cauca, Nariño y Meta.
La responsabilidad de esta violencia, según el informe entregado a la Comisión de la Verdad, “recae de manera diferenciada en los paramilitares, las guerrillas y los agentes del Estado, quienes actuaron con el auspicio económico de empresarios:”
La CGT fue una de las centrales sindicales más afectadas ya que contaban con mayor fortaleza dentro en el sector estatal. Según explica Humberto Correa, las empresas estatales sufrían un proceso de abandono con el fin de volverlas ineficientes para luego venderlas a bajos precios a empresarios o a testaferros del narcotráfico. Las compañías más afectadas eran las locales de telefonía, agua, energía, licoreras pequeñas y hospitales. “En la salud eso fue increíble” relata Correa quien denuncia que se llegó al punto de que los grupos armados retenían los salarios de los trabajadores: “los paramilitares iban cada mes por esa plata, y los trabajadores hasta un año sin pagarles; se la llevaban para las tropas paramilitares y por eso peleaban los trabajadores y por eso los desaparecían.”
Este informe valiente y necesario realizado por Humberto Correa y su equipo de trabajo da cuenta, no solo del número de violaciones a los derechos humanos, sino que retrata las razones detrás de tanta barbarie:“se evidencia que, en contextos de control territorial, económico y político, por parte de los actores armados, éstos capturaron la administración pública y en ese proceso, los sindicatos fueron incómodos a sus intereses y, por ello, violentados.”
“La violencia quiso borrar al movimiento sindical”, afirma Correa, quien ahora paga con el exilio, esa decisión inquebrantable de buscar la verdad para que las víctimas y Colombia conozcan los porqués detrás de todos los crímenes cometidos contra los líderes sindicales en décadas de violencia en Colombia que aún no cesan.
CNV Internationaal sigue apoyando al movimiento sindical en Colombia y espera que haya verdad, justicia y reparación para sus miembros y atención de parte del Estado colombiano a sus demandas de protección y de garantías para ejercer su liderazgo sindical.
Fecha de publicación 07 04 2021