¿Glencore sabe qué pasa en América Latina?

Considerada una de las grandes multinacionales del mundo, Glencore es dueña de gran parte de las minas que explotan carbón y metales en América Latina, región que desde hace varias décadas es considerada como cuna de la minería y uno de los principales territorios exportadores de productos mineros para todo el Planeta Tierra gracias a la cantidad de recursos explotables en Brasil, Chile, Colombia, Perú, Bolivia y Argentina, pero también al valor de la mano de obra trabajadora que es radicalmente más barata en comparación con otros lugares del mundo.

Las empresas que trabajan en nombre de Glencore en países como Perú y Colombia, Volcan y Prodeco, para cada uno, vienen ejerciendo desde hace ya varios años múltiples prácticas antisindicales.

Despidos injustificados, entrega de títulos mineros y cierres sin previo aviso, precarización en aspectos de seguridad y salud en el trabajo y hasta instigación en contra de trabajadores sindicalizados, así como la vulneración de derechos laborales de mineros tercerizados son solamente algunas de esas prácticas.

En Perú, desde el mes de diciembre de 2021, los mineros de una de las minas de Glencore en Andaychagua, entraron en huelga, en una búsqueda de un espacio de diálogo que hasta hoy no ha obtenido respuesta positiva.

En Colombia, la entrega de títulos mineros por parte de Prodeco ha significado el cierre de varias minas que, en el marco de la transición energética justa en la cual la extracción de carbón encuentra menos camino, es una muestra del manejo inadecuado de los cierres mineros que dejan perjudicados tanto a los trabajadores como al entorno y las comunidades en donde se llevan a cabo las actividades mineras.

El próximo 28 de abril, dos líderes representantes de los sindicatos de Perú y Colombia, Gianina Echavarría y Luis Fernando Ramírez, harán presencia en la Asamblea Anual de Accionistas de Glencore con la esperanza de hacer oír las voces de miles de trabajadores que exigen la defensa de sus derechos en las minas de América Latina que son propiedad de la multinacional. Esta visita de los líderes sindicales se lleva a cabo con la única razón de pedir un espacio de diálogo que incluya a todas y todos, un diálogo que permita un avance honesto hacia una transición energética justa. Lo único que los trabajadores piden es que sus voces sean escuchadas.