La empresa Volcan, cuya accionista mayoritaria es la multinacional Glencore, que gestiona la unidad minera Andaychagua en el Perú, persiste en bloquear la afiliación a una organización sindical de trabajadores tercerizados violando abiertamente la libertad de asociación consagrada en legislaciones nacionales y convenios internacionales. La compañía minera, además, viene desconociendo el pliego presentado por el sindicato y rechaza una negociación colectiva.
Los dirigentes del sindicato de Trabajadores Mineros Metalúrgicos de Andaychagua Volcan Compañía Minera y de las Empresas Especializadas, Contratistas y de Intermediación que prestan servicios en Volcan Compañía Minera – Andaychagua decidieron valientemente abrir la afiliación para los trabajadores subcontratados que constituyen la planta mayoritaria en la mina. Estos trabajadores desarrollan en muchas ocasiones las mismas labores que sus compañeros directos, sin embargo, están mucho más desprotegidos y soportan peores condiciones laborales. Además, no cuentan con viviendas medianamente habitables durante sus turnos de trabajo de 14 o 21 días.
En esta lucha por hacer valer su derecho a la autonomía sindical y la negociación colectiva, y luego de hacer guardia y buscar insistentemente reuniones con la máxima autoridad regional, el sindicato de Trabajadores Mineros Metalúrgicos de Andaychagua Volcan Compañía Minera y de las Empresas Especializadas, Contratistas y de Intermediación que prestan servicios en Volcan Compañía Minera – Andaychagua, logró que la Dirección de Trabajo de la provincia de Junín desestimara una vez más, la oposición de la compañía al pliego presentado por los trabajadores y al inicio de un proceso de negociación colectiva.
Es inconcebible tanto para los trabajadores representados en este sindicato como para CNV Internationaal que, por tercera vez, la compañía Volcan presentara un recurso para oponerse a la negociación colectiva, máxime cuando ya existían dos pronunciamientos previos de parte de la autoridad de trabajo en los que se desestimaron las pretensiones de la empresa de no negociar con el sindicato el pliego de peticiones presentado. Esta surte de “apelación” o “segunda instancia” era a todas luces irregular y viola claramente la autonomía sindical.
Además, en la legislación peruana, en el marco de una negociación colectiva, los que deben establecer los procedimientos son las partes. Así lo explica la coordinadora nacional de CNV Internationaal en Perú, Gianina Echevarría, “la autoridad de trabajo no tiene por Ley, competencia para estar resolviendo, impugnaciones o apelaciones, sobre todo, cuando la autoridad nacional se haya pronunciado como sucede en este caso de Volcan”. Claramente esta apelación que ha presentado Volcan, no tiene ningún sustento jurídico y no debió ni siquiera ser admitida porque este sindicato tiene el derecho de negociar colectivamente con la compañía minera.
Presión indebida y violación a los derechos laborales
La empresa Volcan subsidiaria de la multinacional suiza Glencore intensificó sus actos antisindicales desde que el sindicato modificó sus estatutos para permitir la afiliación de trabajadores tercerizados que prestan servicios a esta unidad minera a través de empresas contratistas. En este caso, la minera optó nuevamente por la misma estrategia fallida de apelar sin éxito ante la autoridad de trabajo de la provincia de Junín con el fin de impedir la modificación. Ante la improcedencia de las acciones de la minera, ésta ha optado por presionar a los funcionarios con el fin de impedir a toda costa que este sindicato represente y defiende los derechos de cientos de trabajadores tercerizados que laboran en las minas en condiciones riesgosas y sin garantías suficientes.
CNV Internationaal envió una carta a la gerencia de Volcan expresando una enorme preocupación “ante los informes recibidos sobre violaciones a los derechos sindicales” y frente a “la actitud de la empresa Volcán al buscar desconocer al Sindicato e insistir ante la Dirección Regional de Trabajo sobre la nulidad del Sindicato, es una clara violación de la Libertad Sindical y la Negociación Colectiva.”
David contra Goliat
Los dirigentes del sindicato de Trabajadores Mineros Metalúrgicos de Andaychagua Volcan Compañía Minera y de las Empresas Especializadas, Contratistas y de Intermediación que prestan servicios en Volcan Compañía Minera – Andaychagua abrieron la afiliación a los trabajadores subcontratados que constituyen la planta mayoritaria en la mina, y quienes trabajan en los niveles más profundos de la misma en temperaturas superiores a los 40°, con escasa ventilación e inadecuados equipos de protección profesional.
Esta decisión desencadenó una feroz persecución contra el sindicato y su secretario general, Alex Tinoco a quien la empresa ha intentado despedir en varias oportunidades. Además, ante el desconocimiento del sindicato y la negativa de una negociación colectiva por parte de Volcan, los dirigentes no gozan del legítimo derecho de permiso sindical lo que los obliga a pedir licencias no remuneradas para poder adelantar las repetidas diligencias ante las autoridades de trabajo.
Responsabilidad empresarial internacional
El mercado internacional de metales es cada vez más relevante para las principales economías del mundo. En ese contexto, tanto compradores e inversionistas europeos buscan que ese mercado y las cadenas internacionales de valor estén alineadas con prácticas responsables y respetuosas de los derechos humanos y laborales. Este no parece ser el caso de la empresa Volcan, filial de Glencore cuyo comportamiento antisindical ya provocó que uno de los más grandes fondos de pensiones de Holanda, ABP vendiera su participación en la multinacional Glencore por considerar que como empresa, "Glencore se enfrenta a importantes riesgos de sostenibilidad como el soborno, la corrupción, los conflictos con comunidades locales, contaminación y malas condiciones de trabajo.”
Ante estas violaciones a los derechos laborales de una de sus empresas en Perú, la compañía Volcan, los trabajadores de esta unidad minera, sus organizaciones y sus aliados internacionales se preguntan qué responsabilidad y qué está haciendo Glencore para parar estas prácticas y respetar los derechos humanos y laborales. Aún estamos a la espera de esa respuesta.
Fecha de publicación 25 11 2021